The Blessed Virgin and Saint Anne, adapted from a photo by Paul Flores; used with permission.

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Sanación Sicológica
en la Tradición Mística Católica Romana

Oración para las Tres de la Tarde
con las Estaciones de la Cruz

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Introducción | Las Tres de la Tarde | Las Estaciones de la Cruz | Oración Introductoria | Oraciones Preliminares | Cuentas del Rosario | Oración Final

 

Introducción

LAS Estaciones de la Cruz, también conocidas como el Camino de la Cruz ( Vía Crucis), comenzó con Cristo mismo, cuando cargó su cruz por la Vía Dolorosa en Jerusalén, hacia su crucifixión en el Monte del Calvario. Desde los primeros años de la Iglesia, peregrinos piadosos viajaban hacia Jerusalén para caminar la misma ruta y visitar, por ellos mismos, los escenarios de la Pasión Dolorosa de Cristo.

En los primeros años de la Iglesia, las indulgencias eran dadas al hacer el largo y peligroso viaje a Jerusalén, y, devotamente visitar los escenarios actuales de la Pasión de Cristo. Hoy casi todas las iglesias tienen su propias Estaciones de la Cruz para el beneficio de todos los que no pueden darse el viaje a Jerusalén.

La Iglesia todavía otorga indulgencias por hacer las Estaciones de la Cruz si se hacen de acuerdo a los procedimientos prescritos; las estaciones tienen que haber sido eregidas legitimamente; 14 cruces de madera verdadera son requeridas (retratos son opcionales); y hay que moverse de una estación a la otra. Pero también podemos hacer de las estaciones una devoción personal, aunque no podamos llegar a una iglesia.

 
A las Tres de la Tarde

Jesús le dijo a Santa Faustina, “Te lo recuerdo, hija mía, que cuantas veces escuches el reloz sonar a la tercera hora, sumérgete completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para el mundo entero, y particularmente para los pobres pecadores, porque en ese momento la misericordia fue abierta enteramente a toda alma. . . . haz todo lo posible para hacer las Estaciones de la Cruz en esta hora” (Diario, 1572).

¿Porqué a las tres de la tarde?

Recuerda que las Escrituras nos dice que a las tres de la tarde, el viernes que fue crucificado, Jesús “encomendó su espiritu” (Mateo 27:50; ver Marcos 15:37, Lucas 23:46) el “velo del Santuario se desgarró en dos desde arriba hacia abajo” (Mateo 27:51; ver Marcos 15:38, Lucas 23:45), y a poco de ese suceso, un soldado clavó su lanza en el lado de Jesús y “inmediatamente sangre y agua fluyeron” (Juan 19:34).

Teológicamente, esto nos dice que el acceso al lugar del “Santo de los Santos” del Templo, que estaba limitado a todos excepto al Sacerdote Supremo—y solo estando detrás del velo—fue dado a cada alma cuando el corazón de Jesús fue rasgado a las tres de la tarde. Con su Sagrado Corazón abierto de par en par, sangre y agua—los rayos rojos y blancos de la Divina Misericordia vistos por Santa Faustina—se derramaron en un mundo obscurecido por el pecado.

¡Qué asombroso regalo!

Así es que, ya que Cristo murió para nosotros un viernes, debemos hacer de cada viernes un dia de penitencia y acción de gracia. Ejercicios espirituales (tales como las Estaciones de la Cruz), ayunos (este es el origen de la tradición de no comer carne los viernes), y otras practicas (ver el Catecismo de la Iglesia Católica §1438, debajo) nos une espiritualmente a Cristo en su amor incomprensible por nosotros.

Y nosotros debemos sacar tiempo de nuestros trabajos, todos los dias a la tercera hora del mediodía, para unirnos a ese infinito amor y misericordia por la cual sin ella, no tendríamos ningún trabajo—y ninguna vida.

 
Las Estaciones de la Cruz

1.

Jesús es condenado a muerte

2.

Jesús carga su cruz

3.

Jesús cae por primera vez

4.

El encuentro con su madre

5.

Simón de Cirene ayuda a Jesús cargar la Cruz

6.

Verónica limpia la cara de Jesús

7.

Jesús cae por segunda vez

8.

El encuentro con las mujeres de Jerusalén

9.

Jesús cae por tercera vez

10.

Jesús es despojado de su ropa

11.

Jesús es clavado a la cruz

12.

Muerte de Jesús

13.

Cuerpo de Jesús bajado de la cruz

14.

El entierro de Jesús

 
Oración Introductoria

La Señal de la Cruz. La Corona de la Divina Misericordia es rezada en las cuentas del rosario tradicional. Pero un rosario tiene 5 décadas de cuentas, y hay 14 estaciones de la cruz. Así que, puedes hacer tres rondas con las cuentas del rosario usando la década 15 para contemplar la misericordia redentiva de la misma crucifixión, o para contemplar la Divina Misericordia. Quizás, en vez de las cuentas del rosario, querrás usar un circuito de un rosario en forma de anillo para cada estación.

De todas formas, para empezar, sostén el crucifijo del rosario en la mano derecha y haz la señal de la cruz, tocando con el crucifijo su frente, pecho, y sus hombros, de izquierda a derecha. Haz la señal deliberadamente y con reverencia, porque cuando haces la señal de la cruz, estás aceptando místicamente la crucifixión de tu propia identidad. Este pensamiento debe hacerle pausar.

    

(La frente)

EN el nombre del Padre,

(Pecho medio)

y del Hijo,

(Hombro izquierdo)

y del Espíritu

(Hombro derecho)

Santo

Amén.

 
Oraciones Preliminares

 
El Padre Nuestro.

A propósito, ponga mucho cuidado de no ligar juntas las siete peticiones del Padre Nuestro (Mateo 6:9-13). Dí esta oración lentamente, cuidadósamente, y cláramente.
 

PADRE nuestro, que estás en el cielo,

(1)

Santificado sea tu nombre,

(2)

Venga a nosotros tu reino,

(3)

Hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

(4)

Danos hoy nuestro pan de cada día;

(5)

Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

(6)

No nos dejes caer en tentación

(7)

y líbranos del mal.

Amén.

 
Ave María.

DIOS te salve, Maria.
Llena eres de gracia:
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres.
Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

 
El Credo de los Apóstoles.  Mientras continuas agarrando el crucifijo, reza el Credo de los Apóstoles.

CREO en Dios
Padre, Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Y en Jesucristo,
su único Hijo,
Nuestro Señor,
que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto
y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día
resucitó entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha
de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá
a juzgar a vivos y a muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida perdurable.
Amén.

 
Cuentas del Rosario

Comienze cada Estación de la Cruz (en una cuenta grande, or singular):
 

PADRE eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

Para decirlo 10 veces (en cada cuenta pequeña que le sigue a la cuenta grande) para cada Estación:
 

POR su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

 
Oración Final

SANTO Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (3 veces)
 

 

 
Que dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

1438 Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico (el tiempo de Cuaresma, cada viernes en memoria de la muerte del Señor) son momentos fuertes de la práctica penitencial de la Iglesia. Estos tiempos son particularmente apropiados para los ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, la comunicación cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras).
 

 

Traducido por Anne P.

Para hacer comentarios sobre las traducciones

 

Sin publicidad—sin patrocinador—sólo la simple verdad . . .

¿Ahh? ¿Website por propia voluntad?
¿De que se trata esto?

 
Recursos Adicionales
   
Divine Mercy:
SR FAUSTINA: GOD’S GIFT TO OUR TIME —by Pope John Paul II
   
Indulgences:
Enchiridion of Indulgences
Norms on Indulgences
Exercise of the Way of the Cross (Viae Crucis exercitium)
     
On “Chastity – In San Francisco?”:

The Sweet and Easy Way . . . but beware . . . the only escape from the darkness of sin is in seeking the light of the cross.
 
The Basic Concepts of Self-help —Sacrifice, Obedience, and Prayer
Spiritual Healing —how to heal emotional wounds the Christian way
Why San Francisco?
 
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